A pesar de las raíces árabes de su nombre, revela la antigüedad de su poblamiento con numerosos yacimientos arqueológicos, como el del Roquizal del Rullo, considerado el yacimiento de la Edad de Bronce más importante de Aragón. Fue D. Lorenzo Pérez Temprado, ilustre secretario de esta villa, quien excavó y estudió el magnifico legado de nuestros antecesores.
Fabara se pasea a lo largo de la Historia siempre dejando huella: el Mausoleo Romano, el mejor conservado del país; la Iglesia Parroquial, muestra del gótico mediterráneo; el Palacio Medieval, actual Ayuntamiento y que alberga el Museo de pintura de Virgilio Albiac, hijo ilustre de la villa.
El recorrido por sus calles nos lleva a rincones evocadores, cargados de sabor y tradiciones. Como la folclórica, destacando la Jota de Fabara, rápida y muy punteada, y como contraste, la danza de "El Polinario", de carácter ancestral y claras influencias de la vecina Cataluña