El casco urbano de Morata de Jiloca es atractivo y no faltan los rincones pintorescos. Destaca un palacio renacentista con galería de veinticinco arcos, de características singulares.
Extraordinario aspecto exterior muestra la iglesia parroquial de San Martín, con incrustaciones de cerámica vidriada.
Existe una ermita dentro del término municipal, dedicada a la virgen de Alcarraz, nombre éste de una antiguo poblado ya desaparecido, del que sólo queda como testimonio la propia ermita.