Pleitas, estuvo habitada por musulmanes, así lo prueba un reconocimiento, en 1498, a favor del señor de Luceni, por parte de la aljama de moros de Pleitas. Con la expulsión de los moriscos, acaecida en 1610, Pleitas debió quedarse casi despoblada, siendo necesaria la captación de nuevos pobladores, los cuales aceptaron en 1616 las heredades y tierras que les correspondieron.
La Orden de San Juan tuvo en Pleitas la posesión de numerosos bienes y derechos, además de la capacidad de impartir justicia. Entre los bienes poseídos tenemos constancia documental de la existencia de un molino harinero, dato que , por otra parte, nos informa de la importancia que tuvo en la zona el cultivo de cereales.