Estuvimos muy cómodos. Paloma y su marido son unos grandes anfitriones, estuvieron en todo momento muy atentos para que nuestra llegada y estancia fuese lo más fácil posible. La casa está fenomenal, es una urbanización muy tranquila y la casa tiene todo lo necesario para las comidas, barbacoa, vasos de todo tipo.... Hay varias zonas con mesas grandes para comer tanto en interior como exterior con total comodidad. Lo único que echamos un poco de menos fué alguna sombrilla en la piscina para la tumbonas (no se tumban totalmente, son más bien sillas reclinadas) pero tiene una pérgola con mesa y sillas con sombra. Hay muchos espacios de juego para los peques y estuvieron encantados. En el pueblo hay varios supermercados y tiendas que abren todo el fin de semana.
Muy recomendable
Muy recomendable