Sitio maravilloso, lo primero los anfitriones. Paloma y su marido encantadores lo tienen muy bien organizado. El entorno maravilloso y la casa fenómenal,el salony la cocina ideal, tener dos neveras es una gozada para grupos grandes. Las habitaciones grandes y los baños bien. Todo muy limpio. Y el exterior es fantástico, muy orientado a niños aunque no viniera ninguno jejejje. Repetiremos en verano para probar la piscina.