Hemos pasado un fin de semana muy agradable. El alojamiento es muy bueno, tanto la cabaña como el entorno con la piscina, jardines, barbacoa... Únicamente es necesario estar un poco atento con los niños pequeños, puesto que hay escaleras, la piscina no tiene valla, etc. Ángel es una maravilla de anfitrión y trata de hacer todo lo posible por la comodidad de los clientes.