Lugar maravilloso para desconectar. Se trata de una finca amplísimas con varias casas, pero están organizadas de tal forma que cada una tiene su parcela independiente. Luego hay zonas comunes como la piscina y la barbacoa que es genial, muy bien puesta con mesas y sillas, frigorífico y todo lo necesario para poder hacer la comina. La zona es preciosa con cantidad de piscinas naturales cerca para poder refrescarte y un castro celta digno de ser visitado. Angel, el propietario, no puede ser mas amable y dispuesto siempre para cualquier cosa que necesites, además te manda información de todo lo que puedes ver por la zona, aunque en la casa también encuentras informaciòn. Y su perro Ringo buenísimo y muy bien enseñado. Un sitio recomendable.