Hemos pasado un fin de semana en el Horno de la rinconada, la sensación fue de casa abandonada en cuanto a mantenimiento y limpieza. Telas de araña por doquier, debajo de las camas con suciedad y restos de los anteriores clientes, cucarachas y múltiples insectos por todos los sitios., el menaje de la cocina con restos, que tuvimos que lavar antes de usarlo, y olor a humedad en toda la casa; vamos que la limpieza brillaba por su ausencia. En cuanto al mantenimiento...... las tazas del baño estaban casi todas descolgadas, las cabinas de ducha les pasaba igual, te daba la impresión de que se iban a caer, el piso de la planta de arriba, parecía que estabas en un barco, ruido de las maderas de forma impresionante, nunca he visto algo así. Las camas supletorias de los niños, rotas e incómodas a más no poder, las lamas de casi todos los colchones estaban tb rotas. Cayó una tormenta de agua, nada más llegar, y nos entraba agua por todas las habitaciones, tuvimos que poner cacerolas en las habitaciones, porque entró agua por todos los sitios. Vino el dueño y solo se limitó a decir que nunca había pasado y que no se explicaba por donde entró el agua, no tuvo el detalle de rebajarnos el precio ( que para como estaba la casa, me parece excesivo), sólo nos regaló otro barril de cerveza.
Desde luego nos venimos muy decepcionados, en las fotos no aparenta lo que luego nos encontramos allí. Desde luego ni la recomiendo ni tampoco volveremos.
Desde luego nos venimos muy decepcionados, en las fotos no aparenta lo que luego nos encontramos allí. Desde luego ni la recomiendo ni tampoco volveremos.