Que ver en Lamasón
EI municipio de la masón enlaza el valle del Nansa con el desfiladero de la Hermida a través del collado de Hoz, lo que lo convierte en uno de los valles más representativos de la comarca Saja-Nansa. El valle comunica los ríos Deva y Nansa favoreciendo la comunicación interna y el desarrollo económico de la zona.
La actividad en la que los masoniegos han centrado su atención, ya desde antiguo, es la explotación agropecuaria, en especial el cuidado del ganado vacuno de la raza tudanca. Además cabe destacar la importancia de la caza, tanto mayor como menor, y el de la pesca fluvial.
Al tratarse de una zona de gran riqueza forestal la explotación maderera de los bosques autóctonos, especialmente del Monte Tanea, ha sido una actividad complementaria a la renta familiar durante el periodo invernal. Estos trabajadores recibían el apelativo de "serrones" y realizaban buena parte de su actividad en Asturias por lo que, en esta zona, el folklore montañés ha adquirido un aire asturiano, como puede apreciarse en numerosas canciones que suenan al son de la gaita asturiana. Hoy en día podemos encontrar vestigios de las herramientas que empleaban los serrones aunque con un uso puramente decorativo.
El edificio más atrayente de este municipio es la iglesia románica de Santa Juliana en Lafuente de los siglos XII y XIII. Junto a la iglesia y sobre una tapia de una casa se encuentran unas esculturas llamadas "la pareja de la masón". En el interior de la iglesia parroquial de Santa María en Sobrelapeña quedan restos que confirman la existencia de una antigua iglesia románica. También en esta localidad se encuentra la ermita de San Bartolomé, de estilo rústico y popular, construida entre los siglos XVII y XVIII. Además en todo el municipio puede apreciarse una interesante arquitectura civil y popular, de la que destacamos las alineaciones de casonas, conservadas en muy buen estado, en Sobrelapeña, Lafuente, etc. Estas disposiciones alineadas se sitúan en torno a antiguos caminos, así en Sobrelapeña se sitúan junto al camino de Liébana. A modo de curiosidad cabe mencionar una inscripción de 1625 que se puede observar en la "Casa de la Corralada", destinada actualmente a usos ganaderos, en la que pone: "Cuantos pasan que no vuelven", al parecer porque se sitúa en el camino del cementerio.
Desde el punto de vista gastronómico se caracteriza por exquisitos primeros platos acompañados de carne de animales de pasto y por postres fundamentalmente derivados de la leche: flan, arroz con leche, leche frita, etc.
Que visitar en Lamason:
- Cicera Peñarrubia
- Quintanilla
- Valle del Nansa
- Saja Nansa
- Cicera
- San Sebastian de Garabandal