Casas rurales en Campisabalos, Guadalajara
Tenemos 0 Casas Rurales. ¡Compara y reserva al mejor precio!
Que ver en Campisabalos
Campisábalos fue asiento, como los vecinos de Villacadima y Albendiego, de población árabe, y luego al ser reconquistada la zona por los reyes castellanos pasó al Común de Atienza, luego al señorío de los condes de Medinaceli, y por boda de doña Ana de la Cerda, de esta familia, con don Diego Hurtado de Mendoza, hijo del gran Cardenal Mendoza, quedó definitivamente en esta familia mendocina, señora de grandes extensiones en Guadalajara, pasando por las casas de los duques de Pastrana y finalmente del Infantado y de Osuna.
Destaca en Campisábalos su iglesia parroquial, obra magnífica de la arquitectura religiosa románica, de tipo rural, del siglo XII. Participaron en su construcción diversos artistas de filiación mudéjar. Se conserva bastante completa su estructura desde su primitiva construcción. Tan sólo la torre es un añadido posterior, que precisó derribar parte del atrio meridional. El resto nos muestra un edificio compacto, alargado de poniente a levante, con ábside semicircular en este extremo, ingreso al sur, incluido en el atrio, y capilla añadida (la de San Galindo) sobre el muro sur del templo. El exterior del ábside, semicircular, muestra adosadas cuatro columnas que rematan bajo el alero con capiteles de tipo clásico.
Una bella serie de canecillos muestran temas curiosos, figuras, incluso escenas, como la caza del conejo con palos. En el tramo central se abre una estrecha ventana aspillerada, que se cubre con dos arquivoltas o cenefas de bella decoración foliácea, apoyando sobre corrida imposta de entrelazo que se extiende a todo el ábside. Un par de capiteles (uno de tipo corintio y otro de entrelazo) coronan las columnillas que escoltan este bellísimo ejemplo de ventana absidal románica. Bajo ella, y también extendiéndose a todo lo ancho del ábside, aparece otra imposta de decoración de "ochos" indefinidos, y que se observa también en la decoración de otra lejana iglesia románica alcarreña (Valdeavellano). Bajo el alero del muro norte se ven también varios canecillos con carátulas y otros temas curiosos. El atrio consta de cuatro columnas cilíndricas que apoynan sobre sencillas basas, y éstas sobre un pasamanos de piedra entre las que se ven, muy desgastadas, varias estelas funerarias medievales, procedentes del cementerio que sin duda existió delante de esta iglesia. Rematan las columnas en desgastados capiteles y culminan en liso arquitrabe. En este atrio abre la puerta de ingreso al templo. Se incluye en el muro, escoltada por dos altas columnas con sus correspondientes capitelillos, a la altura de una cornisa moldurada sostenida por varios modillones que alternan con talladas metopas. La puerta tiene cuatro arquivoltas, con decoración muy movida, dentro del tema vegetal, en la más externa, bordeada incluso con cenefa de entrelazo; la sigue otra arquivolta con incisiones que dejan ver baquetón interno; y otras dos más con alternancia de baquetones lisos y cenefas decoradas. Apoyan todas ellas sobre imposta decorada y tallada, y ésta a su vez sobre sencillos capiteles, cuatro en cada lado, sus respectivas columnas. El dintel arqueado presenta, como es común en este grupo de portada románico-mudéjar, dovelaje dentellonado con rosetas talladas, apoyado en imposta y jambas que son más pronunciadas en su parte superior, confiriendo al conjunto un cierto aire de arco en herradura. El templo al interior es de una sola nave, con ábside semicircular cubierto de cúpula de cuarto de esfera, arco triunfal y pequeña entrada primitiva, también con arco románico, a la sacristía. Se ve una buena pila bautismal de la misma época bajo el coro.
Añadida en la misma época sobre el costado meridional del templo se ve la llamada Capilla del caballero San Galindo, que al exterior presenta una portada del estilo, mas un paramento cubierto con tallas alusivas a los doce meses del año, una ventana y un muro recto que sirve de ábside. Este muro da al atrio de la iglesia, y en él se ve un rosetoncillo de calada tracería en piedra con decoración geométrica muy bella. La portada es similar a la de la iglesia y a la de la parroquia de Villacadima. Sobre el muro meridional de esta capilla de San Galindo, aparecen tallados y ya muy desgastados diversos relieves que representan las tareas agrícolas y ganaderas propias de la zona, y correspondientes a los doce meses del año. Al final de la serie se incluye una escena de caza (un hombre clavando su lanza a un jabalí, que es atacado al mismo tiempo por tres perros, uno de ellos mordiéndole sobre el lomo), y una escena caballeresca en la que dos guerreros medievales justan con sus lanzas, a caballo.
El interior de esta capilla del caballero San Galindo es bellísimo: conta de una sola nave, de unos seis metros de la rgo por tres de ancho, y al fondo de ella el pequeño presbiterio, cubierto, lo mismo que la nave, de bóveda de cañón, pero más baja, y rematado por un semicírculo mínimo cubierto por su correspondiente cúpula de cuarto de esfera. Varias columnas adosadas a los muros rematan en capiteles foliados sobre los que cargan arcos fajones. El arco toral que da paso al presbiterio de esta capilla descansa sobre columnas cortas, pareadas, robustas, que sostienen sendos capiteles: el de la derecha ofrece decoración de palmas, y el de la izquierda muestra un bello conjunto iconográfico de clara filiación silense, presentando en su cara ancha dos animales fantásticos sobre los que cabalgan aves de encapuchada cubierta, y sobre las caras estrechas un par de centauros disparando sus flechas sobre las aves centrales.
Que visitar en Campisabalos:
- Serranía de Guadalajara
- Galve de Sorbe
- Sierra Norte Guadalajara
- Condemios de Arriba
- Condemios de Abajo
- Somolinos