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Que ver en Benidorm
Benidorm nace en su ubicación presente, un promontorio rocoso que divide las dos playas más importantes, y forma parte desde entonces del Reino de Valencia.
Estratégicamente el origen de la villa se debe al temor imperante en aquel tiempo al superior número de moriscos existentes en la zona, sometidos a un poder cristiano, y las posibles alianzas de éstos con sus hermanos de religión del Norte de Africa.
Económicamente se pretende hacer productivo el territorio para las arcas del señor feudal, objetivo que implicaba una necesidad de mano de obra no exclusivamente musulmana. A partir de 1335 inicia, ya como señor territorial, el Infante Pere d´Aragó i d´Anjou la decidida construcción de la villa, obra que prosigue su hijo Alfons d´Aragó i de Foix.
Benidorm pertenecerá desde la fecha de creación del Condado de Dénia, año 1356, a éste y posteriormente al Ducado de Gandia. En 1430 el entonces señor de Benidorm, el Infante Joan, hijo del rey Fernando I de la Corona de Aragón y por aquel tiempo rey de Navarra, vende el término al noble Ruy Díaz de Mendoza, pues las dificultades financieras con motivo de conflictos bélicos del monarca le obligaron a desprenderse de muchos de sus señoríos.
Las dificultades para el sostenimiento de la villa cristiana fueron enormes. Las cercanías seguían estando habitadas por lo que entonces se denominaba infieles, los barcos piratas frecuentaban las costas y, por si eso fuera poco, año tras año persistía el problema de los escasísimos recursos de agua existentes para la agricultura, obligada a un secano riguroso. A partir de esas premisas debemos entender el declive demográfico de Benidorm, cada vez más pronunciado, paralelo al mantenimiento de la fortaleza militar mandada construir por el fundador de la villa.
La pesca, presagiando una constante histórica de dependencia de la mar, fue en aquellos tiempos el pilar de la economía local.
La población sufre dos terribles ataques piratas, el primero hacia 1410 y el segundo en 1448, que asolan la villa y el castillo. A partir de 1448 Benidorm se despuebla. Sabemos que en el siglo XVI el castillo se amplia y repara, concretamente en torno a los años 1530, 1563 y 1575. Pero la pequeña villa en esa época parece que seguía sufriendo un despoblamiento urbano total, como informa en 1574 el beato Joan de Ribera al hablar sólo de la existencia de unas cuantas familias de pescadores sin constituir un hábitat estable.
Poco a poco, con la mejora de las defensas de la costa y el progreso de la pesca, la villa de Benidorm se consolidó, ya dentro de la llamada Baronía de Polop. La clave del progreso de Benidorm para el establecimiento de población vino de la mano de la aristócrata Doña Beatriu María de Fajardo Mendoza: la construcción a partir de 1666 del Rec Major de l´Alfàs i Benidorm, una acequia que aportaba ya en 1701 pequeños caudales, pero vitales, desde el interior de la comarca a su área marítima. La obra permitió crear regadío en la zona y atraer personas de la comarca. La iniciativa aristocrática se completó con el otorgamiento de una Carta de Población, reguladora de las relaciones sociales -en el documento, por ejemplo, se ordena que han de vivir 40 familias dentro de los murallas de la villa--. En 1715 la población contaba alrededor de 216 vecinos. En torno al año 1740 se levanta la actual Iglesia de Sant Jaume (San Jaime), lo que permite deducir el rápido auge demográfico, plasmado al cabo de los años en los 2700 habitantes de la localidad registrados en 1794.
Que visitar en Benidorm:
- Playa de Poniente
- Cala del Mal Pas
- Polop de la Marina
- Finestrat
- Levante
- L' Alfas del Pi
- Cala Tío Ximo
- La Marina Baixa