Dicen que en la antigüedad este lugar estuvo tan poblado de focas monje, que los navegantes confundían sus gritos con los cantos de sirenas. De ahí el nombre de Arrecife de las Sirenas, lugar bellísimo, imagen repetida y representativa del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.
Sobre este arrecife se sitúa el faro. Desde el cerro de S. Miguel o el de la Vela Blanca se observa una impresionante panorámica hacia el este y el oeste del parque: Las salinas, el campillo de Gata, Cala Raja, el Arrecife del Dedo, Punta Baja, S. Miguel, etc.