Al encuadrarse dentro de la penillanura trujillano-cacereña los relieves son escasos, predominando las formas alomadas y onduladas. El núcleo está situado en una cañada dominada por diversas lomas y sierrillas. Al sur del término se encuentra la elevación más destacada Cabeza Araya (518 metros). La mayor parte del territorio está ocupado por matorral, dehesas y pastos, salvo en las áreas cercanas al núcleo donde predomina la labor y el olivar.
El clima es de tipo mediterráneo subtropical. La temperatura media anual es de 16,4º. Los inviernos suelen ser suaves, con una media de 8,2º, alcanzando las mínimas valores inferiores a -3º. El verano es seco y caluroso, con una media estacional de 25,4º y unas máximas que superan los 40º. La precipitación anual es escasa, 460 mm.
La formación vegetal autóctona es del tipo dirilignosa, con un bosque esclerófilo mediterráneo representado por la encina y el alcornoque, junto a otras especies que componen el matorral.
La tasa de actividad es del 41,1 por 100. En la distribución por sectores no se observa el predominio de ningún sector como en la mayoría de los municipios de la región. El sector agrario acoge al 41,5 por 100 de la población activa, seguido por los servicios (27,5), construcción (27,4) e industria (3,6). En realidad, la vocación de los suelos, desde el punto de vista agrario, es ganadero, ya que el pastizal ocupa casi el 80 por 100 del término municipal. La superficie labrada representa tan sólo un cuarta parte (17,9 por 100), destacando entre los cultivos los herbáceos y el olivar. La cabaña ganadera está formada por unas 2.200 cabezas, entre las que destaca sobremanera el bovino (1.638). En cuanto al régimen de tenencia destaca de forma notable la propiedad con el 88 por 100. El arrendamiento, con el 16,8 por 100, también tiene incidencia.
Esta villa, situada en los límites de su antiguo partido judicial con los del alcantarino, presenta una alargada disposición, con una urbanización irregular a ambos lados de la vía que enlaza con la cabeza del partido, Garrovillas. Las casas son en su mayoría de planta baja y un piso, realizadas en mampostería y cubiertas por tejados a dos vertientes. Las fachadas suelen aparecer enjalbegadas y, con mucha frecuencia, adornadas con flores. Existen algunas casas con blasones.
La Plaza Mayor es irregular, popular y de cierto tipismo, pues en ella confluyen el espacio de encuentro, el espacio administrativo, con la presencia del Ayuntamiento, edificio del siglo XVII con amplio pórtico de siete arcos en medio punto; y el espacio de recreo. ya que todavía mantiene su uso como lugar de festejos taurinos, para lo cual existe una construcción en uno de los ángulos que sirven de toril.
Esta localidad se ha denominado El Pueblo de las Chimeneas por las interesantes muestras que se este elemento de la arquitectura popular en él existen. (AR.R.)