Qué ver en Huelva

Situada en el extremo sur occidental de España, la ciudad de Huelva forma parte de la región andaluza y se encuentra limitada al norte por la provincia de Badajoz, al sur por el Océano Atlántico, al este por Sevilla y Cádiz y al Oeste por Portugal.Está emplazada entre las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel, fue la antigua Onuba de los tartesos y fenicios.

Su clima es de tipo marítimo; dulce y suave, con inviernos poco fríos y veranos suavizados por la brisa.Disfruta de 300 días de sol al año, aproximadamente lo que facilita su visita en cualquier epoca del año.

En la actualidad Huelva es una próspera e industrial ciudad, las principales actividades económicas son las relacionadas con la Industria Química y la Pesca.

Cuenta Huelva con un importante puerto pesquero, una amplia flota y secular tradición marinera.Envía pescado a todos los mercados españoles y sus mariscos gozan de una especial predilección.

El puerto de Huelva ocupa un lugar muy destacado en la llamada "ruta del marisco".A sus lonjas llegan diariamente gambas, cigalas y langostinos de la mejor clase, que complementan las mejores capturas de otras especies marinas.Dentro de ellas son excelentes toda la amplia familia de los espáridos, dorada, dentón, pargo, sargo, junto con los llamados peces plana, lenguados, acedías y otras especies como corvinas y atunes.

Gracias al esfuerzo de modernización llevado a cabo por la Autoridad Portuaria, el Puerto de Huelva se sitúa hoy como uno de los puertos españoles de mayor actividad, competitividad y crecimiento, habiendo logrado colocarse en un lugar privilegiado dentro del sistema portuario español y líder en movimiento de graneles sólidos y líquidos.

Historicamente la población de Huelva se remonta a épocas prehistóricas, con asentamientos Paleolíticos y Neolíticos, aunque es en la Edad del Bronce cuando empiezan a existir abundantes testimonios en la zona, adquiriendo su auge con la civilización tartésica (ss. VIII-fines del VI a. C.) vinculada la producción de minerales y su comercio, fundamentalmente con fenicios (desde la primera mitad del siglo VIII a. C.) y griegos ( siglo VII a. C.), testimoniado por hallazgos tan elocuentes como el depósito de armas y el casco griego encontrados en la ría de Huelva.El contacto con estos pueblos del Mediterráneo oriental supone una transformación de la sociedad tartésica, produciendose un proceso rápido de orientalización, como se demuestra en la rica necrópolis de "La Joya".La importancia de la civilización tartésica transcendió los límites de la península ibérica.

En época romana la zona de Huelva abarca lo que los geógrafos llamaban Beturia: región comprendida entre los ríos Betis (Guadalquivir) y Anas (Guadiana) y estaba habitada por los "celtici".Plinio y Ptolomeo citan a Huelva con el nombre de "Onuba Aestuaria", ciudad que llegó a acuñar moneda.

De época visigoda quedan pocos restos en la zona.Solo decir que de toda la comarca la ciudad de mayor prestigio civil y militar sería Niebla (Elepla), que incluso era sede episcopal.

Hacia el año 713 las tropas musulmanas conquistan la ciudad, denominándola Welba, y por algún tiempo llegó a ser reino de taifa independiente con la dinastía de los "Bekries", señores de Huelva y Saltés.

La dominación musulmana de la zona termina con la conquista de Niebla en 1262 por Alfonso X el Sabio.Posteriormente, a mediados del siglo XV pasa a formar parte del señorío ducal de Medina-Sidonia, situación en la que permanecerá hasta mediados del siglo XIX.

A finales del siglo XV un hecho histórico tiene lugar en estas tierras pero es de tal importancia que trasciende la historia local para convertirse en un punto culminante en la historia de la Humanidad: Huelva se convierte en alma y cuna del Descubrimiento de América.En el Monasterio de la Rábida, Fray Juan Pérez y Fray Antonio de Marchena son impulsores y promotores de los proyectos de Colón.

Onubenses son las Carabelas colombinas, los capitanes que las mandaban y la casi totalidad de los expertos y valerosos marineros que constituían la tripulación.Finalmente, del puerto de Palos de la Frontera parte la expedición descubridora el 3 de Agosto de 1492.

Es en el siglo XIX cuando suceden dos hechos de trascendental importancia para la villa: Uno de ellos es su nombramiento en 1833 como capital de la provincia de su nombre, en la división administrativa de Javier de Burgos.El segundo, la adquisición por parte de la compañía inglesa "Matheson y Cía" de las Minas de Riotinto en 1873.A partir de entonces la fisonomía onubense experimentó un cambio espectacular: La compañía procede a la construcción del ferrocarril para el transporte de mineral ( que hasta entonces se había hecho con mulas), construcción de muelles para carga y descarga y modernización en el sistema de obtención de mineral.Se produce un gran avance demográfico, con la incorporación de gran número de obreros, a la vez que un número considerable de familias inglesas establecen sus negocios en la ciudad, influyendo de manera determinante en ella.La ciudad se embelleció con nuevos edificios, teniendo lugar en ella los actos conmemorativos del IV Centenario del Descubrimiento de América.

Posiblemente sea el monumento a la Fe Descubridora, más conocido por el nombre de Monumento a Colón, la imagen más representativa y reconocido de la ciudad de Huelva.Obra de la escultora norteamericana Gertrudis, V, Whitney, realizada en el año 1929, la colosal figurara del Almirante ocupa, en la llamada Punta del Sebo, el lugar exacto en que confluyen las aguas de los ríos Tinto y Odiel. La mirada de Cristóbal Colón, orientada hacia la inmensidad oceánica y al camino del Descubrimiento, marca la auténtica vocación marinera onubense.

Una vocación que aún sigue alentando la actividad de su puerto en la doble faceta minera y pesquera.La expedición marítima de minerales procedentes de los yacimientos de Tlharsis y Río Tinto es tan antigua en Huelva como el origen de la propia ciudad.

El Muelle Movill de, Bruce, construido en hierro por el ingeniero inglés que le da nombre, en el último tercio del siglo XIX, se conserva como irrepetible y original reliquia, que nos recuerda esta remota actividad onubeilse.

No es Huelva una ciudad que nos deslumbre por un dilatado catálogo de construcciones monumentales.Perdido en su mayor parte el casco histórico medieval, tras el terremoto de 1755, el atractivo de Huelva reside en su indisimulado recato.Luminosa como pocas ciudades, sus calles y plazas desprenden bellas perspectivas urbanas.

La siempre animada y céntrica plaza de las monjas fija el comienzo de la moderna Gran Vía onubense, donde se ubican numerosos edificios oficiales: Ayuntamiento, Gobierno Civil, Delegación de Hacienda; muy cerca, la comercial calle Concepción parece replicar con bastante fortuna a la mundialmente famosa Sierpes sevillana.Al comienzo de esta vía peatonal se encuentra situada la iglesia de igual nombre que pasa por ser, con mucho, la más popular de Huelva.Construida en el siglo XVI, la consideradan como el primer templo levantado en España bajo la advocación del misterio virginal mariano, fue reedificada en la segunda mitad del siglo XVIII, después del devastador terremoto del año 1755.También del siglo XVIII es la iglesia la Merced, erigida en sede catedraticia tras la creación de la diócesis de Huelva en 1953.En su interior la Merced conserva una imagen de la numerosas transformaciones sufridas, su primitiva traza mudéjar.En este templo, el más antiguo de los onubenses, es especialmente destacable su airosa torre con campanario, ejemplo de la arquitectura religiosa bajo-andaluza del siglo XVIII.

El delicioso paseo del Conquero, tradicional zona residencial de Huelva, desde cuyo alto se pueden contemplar espléndidas vistas de las Marismas de Odiel, nos conduce al santuario de Nuestra Señora de Ia Cinta, Patrona de la ciudad.Este sencillo y blanco santuario, históricamente vinculado con los navegantes onubenses, fue visitado por Cristóbal Colón en marzo de 1493, al regreso del primer viaje descubridor.La visita colombina ha quedado perpetuada en unos azulejos pintados por Daniel Zuloaga que se conserva en el recinto.

De ascendencia mudéjar, el santuario de Ia Cinta conserva en su retablo mayor una pintura del siglo XV muy retocada, que representa a la venerada imagen titular.Además de una interesante talla procesional barroca de la Patrona de Huelva, en el santuario pueden también admirarse su hermoso artesonado y unos bellos azulejos de la más pura tradición árabe.

El Museo Provincial de Huelva, situado en la amplia Alameda Sundheim, conserva importantes vestigios arqueológicos, que se remontan al origen de la ciudad.Sus salas muestran piezas que van del neolítico a la época romana, dedicándose una especial atención a Tartessos y a la minería.En la sección de bellas artes ocupan un destacado lugar la veintena de óleos y dibujos del pintor onubense Daniel Vázquez Díaz.Igualmente importante es la amplia colección de artistas contemporáneos de la provincia como Pinto, Seisdedos, Labrador o García Vázquez.

La Huelva de hoy, se nos muestra bajo la atalaya de El Conquero como una típica y luminosa ciudad andaluza.En su casco urbano ni siquiera faltan sin exótico toques de arquitectura británica, recordándonos su más reciente pasado minero.

Junto a las populares barriadas, las nuevas y elevadas construcciones delatan la expansión de la ciudad a la sombra de su importante desarrollo industrial, fundamentalmente petroquímico, de los últimos años; unido al refrescante Parque del 5 de Octubre, el puerto onubense es el segundo de Andalucía y el sexto de España por el volumen de pesca desembarcada, simboliza en cierta forma la esencia histórica de esta ciudad.