Barbastro esconde entre sus calles obras de arte cargadas de historia. En el conjunto del casco antiguo, dentro del Entremuro (primer barrio de la ciudad, que aún conserva fragmentos de la antigua muralla) destaca la Catedral (s. XVI), declarada monumento Histórico-artístico.
De inspiración gótica conserva, entre otras joyas, el impresionante retablo del altar mayor obra del artista Damián Forment, uno de los mejores escultores del renacimiento en España. En su entorno también pueden visitarse:
El Jardín Arqueológico: Aunque infrautilizado, se pueden observar valiosas muestras de los siglos XII al XVIII.
El Museo Diocesano: Cuenta con una expléndida colección de escultura y pintura de entre las que destacan las pinturas murales románicas. Dispone también de una sala dedicada a orfebrería y tejidos.
El Palacio Episcopal, donde se encuentra el citado Museo Diocesano.
La Plaza de la Constitución: Formada por el Ayutamiento, la casa de las Hermanitas de la Caridad y el Colegio de los Escolapios, primero fundado en Espana, por el propio San José de Calasanz.