Algaida es, uno de los municipios mas grandes en extensión del Pla de Mallorca. Si se llega por la carretera de Manacor, se ven una serie de elementos inmersos en el paisaje que personalizan el pueblo; los almendros, los figuerales, los antiguos hostales para los viajeros, pequeñas ondulaciones del terreno que suben y bajan hasta que se accede definitivamente a Randa, la montaña mas alta del Pla y el mejor mirador del interior de Mallorca.
Randa y todo su entorno lleva implicito el sello del maestro iluminado, Ramón Llull. La montaña de Randa es, la de los tres santuarios: Gracia, enclave mariano de los llucmayorenses; San Honorato, refugio de los ermitaños y Cura, sede de la sabiduría y las revelaciones comenzada por Llull. Al pié de la montaña aparece Castellitx, cuna de los algaidenses y primer asentamiento humano de la zona. Randa es también el nombre del poblado donde tierra, piedras y casas se funden en un cuerpo con el paisaje.
Más arriba está Pina, el otro pueblo de incuestionable personalidad, con sus molinos y la fuente que denotan un pasado mas dependiente de los frutos de la tierra. Pina, próxima a los pueblos vecinos de Sancellas y Lloret, le ha permitido la comunicación con los otros pueblos del Pla. Algaida (bosque, en árabe), es tierra de cazadores, que se reunen en los cafés de la plaza o a la sombra de sus pinos para intercambiar experiencias de la jornada. Es también, tierra de glosadores y dramaturgos de espíritu creativo que supieron defender los derechos del pueblo. Este pueblo ha sabido conservar la joya ancestral de los Cossiers, que danzan ceremoniosamente al lado de un figura emblemática, el demonio. La tradición cultural y musical se ha mantenido a través del Certámen Literario de Castellitx y el Festival de Música de Cura, que ultimamente se ha constituido como Festival de Música del Pla de Mallorca, peró también con el esfuerzo continuado de instituciones como la Banda de Música, Obra Cultural Balear, la revista Es Saig, Orfeón Castellitx y los grupos de teatro Es Cadafal y Es Porrassar. En Algaida se manifiesta, en definitiva, un equilibrio entre los elementos de la montaña y la planicie, tanto en las formas de su amplio paisaje como en sus habitantes.
Las primeras noticas de vestigios de población, nos hablan de una cierta ocupación durante el periodo pre-talayótico. Posteriormente, durante la época musulmana, existian dos alquerias, una llamada Algaida y otra Castellitx. Castellitx era parroquia desde el siglo XIII. Con la nueva fundación de pueblos que hizo Jaime II el año 1300, Castellitx se separó de Montuïri, pero continuó siendo la iglesia parroquial del termino actual de Algaida hasta mitades del siglo XV, durante el cual, la población se desplazó hacia la alqueria de Algaida ya que ofrecia ventajas para las comunicaciones y el comercio.