Reconstrucción barroca, de una construcción del año 1084 por iniciativa del obispo don Marcelino Siuri y ampliada por su sucesor Fray Juan Muñoz de la Cueva. De la primera basílica sólo quedan unas columnas y los capiteles de mármol. Formada por tres cuerpos y tres naves enmarcadas en tres pilastras acanaladas y en la zona superior, motivos gheráldicos en el frontón y dos torreones a los lados. La fachada es lo más interesante de la iglesia, coronada por un frontón que sobrepasa la altura de las torres. En el centro tiene una hornacina con la imagen de la Virgen Madre, de estilo románico, en madera, sedente, aunque probablemente tallada en época barroca. Las cuatro columnas que la flanquean son de mármol, pertenecientes, así como los capiteles corintios de las mismas, a un templo anterior suevo o tardorromano.