El término de Báscones de Ojeda descansa a los pies del Valle de Valdavia, a unos 960 metros de altitud sobre el nivel del mar, atravesado por la cuenca del río Boedo. Dista de la capital de su provincia alrededor de 100 km, y se puede llegar a él desde la misma por tres vías: la carretera N-611 de Palencia a Santander, la N-627 de Burgos a Aguilar o la P- 212 de Cervera a Aguilar. Pueblo de marcada tradición agrícola, parece ser que su génesis se remonta al asentamiento en la zona de un pueblo de origen vasco.
Entre los emplazamientos naturales que rodean la villa destaca a los ojos del visitante el bello entorno de la cuenca del Boedo: la ribera del río, sus fuentes y el valle que su curso ha ido esculpiendo desde tiempos inmemoriales nos ofrecen la posibilidad de practicar el senderismo en un escenario de paisajes claros y frescos, paseano entra robles, álamos y otras especies de la flora ribereña. En las proximidades del pueblo también pueden contemplarse dos vetustos molinos todavía en uso, representación de la permanencia de la arquitectura popular en la región.
Como lugar de fuerte arraigo en las labores del campo, Báscones posee un interesante Museo Etnográfico que expone piezas características de las formas de vida tradicionales de los lugareños. En la misma línea se encuentra el Taller y Sala de Exposiciones de Talla en Madera del pueblo. Los monumentos religiosos más importantes de Báscones son la iglesia de San Bartolomé, patrón del municipio, y la ermita de la Sagrada Familia. Las fiestas patronales tienen lugar el 24 y 25 de agosto, además de festejar a San Isidro Labrador, patrón de los campesinos, el 15 de mayo.