Este municipio palentino se ubica a unos 71 km de la capital de la provincia, y al pie del centro urbano discurre el río Boedo, del cual toma la villa su apellido, y que surca un valle del mismo nombre, excavado a la considerable altitud de 870 metros. La localidad dista apenas 5 km de Herrera de Pisuerga.
En el patrimonio artístico de Calahorra destaca especialmente la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de las Candelas. Se trata de un templo construido en estilo románico, y en su interior se guarda una de las pilas bautismales románicas más interesantes de la provincia de Palencia. La diversidad de las escenas es muy variada, abarcando desde las tres Marías ante el sepulcro vacío, hasta un cuadro de la Salvación de Adán y Eva por Cristo empuñando una cruz. Las figuras adquieren un movimiento que las aleja bastante del hieratismo propio del románico inicial, destacando la talla de los ropajes. Se inscribe plenamente dentro del estilo de los maestros canteros de Carrión de los Condes.
Su bebida típica es la denominada Angélica, resultante de mezclar mosto, orujo y azúcar, preparación tradicional que se deja macerar en cubas tapadas durante cuarenta días, y que se embotella, siendo más apreciada la que tiene unos cuantos años de solera. Esta deliciosa bebida, dulce y con chispa, es muy popular en las festividades navideñas y en la época de la matanza.