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Que ver en Oia (Pontevedra)
Oia es el ayuntamiento más septentrional de Galicia y tiene un emplazamiento privilegiado en una zona de gran expansión turística y empresarial. Limita al norte con la hermosa villa de Baiona; al sur tiene como vecino al ayuntamiento de O Rosal; al este está Tomiño, la capital del kiwi, y por el oeste se extiende el inmenso océano Atlántico. La superficie del municipio abarca una zona montañosa que se funde con la estrecha franja de costa que discurre paralela al mar. Destacan como cimas aisladas el macizo de la Sierra de A Groba, O Lousado y el Alto das Pozas, al este, y O Corrubelo, al oeste.
Es uno de los municipios más soleados de todo el norte peninsular, ya que su temperatura media anual es de 15 grados. Estas características son propias del micro clima que existe en el sur de Galicia.
En los años 50 se hizo una masiva repoblación forestal de pinos y eucaliptos y con los beneficios que se obtienen del monte, las Comunidades de Montes ayudan a mejorar las condiciones de vida de todos los vecinos, a través de importantes inversiones tanto en el ámbito de infraestructuras como ayudando en la conservación del patrimonio histórico.
Ampliamente documentada está la existencia de importantes restos arqueológicos en la zona, desde petroglifos, pasando por los castros e incluso vestigios de algún pueblo romano. Ya durante un tiempo, los jesuitas portugueses que ocuparon el monasterio de Oia se dedicaron al estudio arqueológico de la zona.
Entre las estaciones castreñas, los conjuntos más destacados son Vela Grande en Mougás, donde se encontró un depósito de hachas de bronce en 1973, hoy expuestas en el Museo de Pontevedra, y Cano dos Mouros en Viladesuso.
Y por su importancia, entre los petroglifos resaltan los conjuntos de A Pedra Escrita en Burgueira y Auga dos Cebros en Oia. El primero de ellos se localiza al noroeste de Monte Lousado y en él destaca un laberinto de 110 centímetros de diámetro, el mayor conocido hasta hoy en el continente europeo.
Auga dos Cebros puede calificarse como el clímax del patrimonio histórico de este ayuntamiento. En 1993 un equipo de arqueólogos localizó la figura más controvertida de los últimos años por lo que el arte rupestre galaico se refiere. Se trata de una embarcación de dimensiones destacadas que muestra la representación del mástil y el velamen y lo que podría ser la representación de tripulantes. Está considerado como uno de los petroglifos más antiguos de Galicia.
Entre las iglesias parroquiales que el visitante puede ver en este ayuntamiento destaca la de Oia, perteneciente al monasterio anteriormente citado.
Se caracteriza por la sencillez y austeridad propias de la arquitectura cisterciense, particularmente en su fachada de estilo barroco, presidida por la Virgen del Mar.
En el interior, está formada por tres naves, cubiertas con bóveda de cañón apuntado y planta de cruz latina. Su tipología estilística evoluciona desde el románico, pasando por el gótico hasta el barroco. Destacan las pinturas murales de la nave central, que datan de 1777 y que aluden a las órdenes militares salidas del Císter, destacando las efigies de Alfonso VII y de Sancho III, ambos protectores del cenobio.
La iglesia, junto con el monasterio, fueron declarados monumento histórico-artístico de interés nacional en 1931.
En los últimos años, gracias al interés del pueblo y de las autoridades por la conservación del patrimonio etnográfico de este municipio, se han hecho importantes inversiones sobre todo en la restauración de molinos, como los de Serraseca en Viladesuso y de cruceros como el de Mougás. En este punto resulta de gran interés la visita al calvario de Loureza, de gran singularidad en su configuración.
Para disfrutar del paisaje, la mejor opción es recorrer a pie una de las muchas rutas de senderismo que pasan por Oia. Los tramos que por aquí discurren son: el que comienza en la ermita de San Martiño, de gran tradición por la romería anual que se celebra en noviembre. El camino continúa entre pinos hasta llegar a la pista central de A Valga, donde encontramos una derivación a la fuente de Arcela. Continuando por la pista hacia la derecha encontramos una derivación hacia el área recreativa y el 'curro', recinto cerrado de piedra adonde cada año se conducen los caballos para el corte de las crines. Siguiendo el camino llegamos a la casa forestal de A Valga, con área recreativa y mirador hacia el Atlántico.
Que visitar en Oia:
- O Rosal
- Bayona (Baiona)
- O Baixo Miño
- A Guarda