Esta magnífica fortaleza de Gormaz es el único ejemplo de construcción defensiva musulmana que conservamos en la Meseta norte. Construida en la época califal (s. X) como recinto de defensa contra los cristianos, fue conquistada en 1059 por Alfonso VI y cedida al Cid.
Su fisonomía se adapta perfectamente al escarpado cerro, desde lo alto del cual se divisa una de las panorámicas más espectaculares del valle del Duero, lo que explica su importancia estratégica.De planta alargada e irregular, su anchura máxima es de algo más de 50 metros y su longitud de casi 400. Los muros de sillería irregular tienen unos 10 metros de altura y están reforzados por cubos cuadrados típicos de la arquitectura militar Omeya.En el lado sur de la muralla se abre la gran puerta con típico arco de herradura califal y doble alfiz alrededor. Tiene dos torres defensivas, restos de edificaciones y un aljibe abovedado.
Desde la fortaleza se divisa una magnífica panorámica de las plazas fuertes del territorio y, a través del arco de herradura de una de sus puertas, se puede contemplar el plateado Duero discurrir lentamente a sus pies.