Oncala es el lugar de trashumancia por excelencia. Oncala ha representado durante siglos la esencia de la trashumancia soriana que determinó durante siglos la idiosincrasia de estas Tierras Altas y de buena parte de la provincia.
Era camino de paso de la Cañada Real más importante de España, a través de la que los transhumantes de la zona llevaban a Extremadura y Andalucía la mayor parte de los dos millones de ovejas que constituían la cabaña soriana en el siglo XVI.
La caza menor es muy abundante en perdices, codornices, conejos y liebres. Uno de los animales más comunes de ver por estos parajes es el Buitre Sepulturero. El puerto de Oncala goza de gran renombre por ser paso de palomas torcaces, al igual que el de Santa Inés, y otros pasos en la sierra Cebollera o en el Moncayo, el cual tiene lugar hacia mediados de Octubre.
El nombre de Oncala es de orígen íbero-vasco ("On" = bueno; y "Cala" = pastizal).
Su paisaje, en general, está compuesto de ásperos y duros cerros redondeados por la actividad del viento. También es de destacar la abundancia de acebos que proporcionan alimento a los numerosos ciervos y corzos de la zona.