Qué ver en Sarral

Municipio de la Conca de Barberá , situado casi en el centro de la comarca. El municipio se emplaza en la orilla derecha del río Anguera, y el término municipal tiene una extensión de 52´53 Km2, con muchas fuentes y manantiales con agua potable en todo el término.


Se han encontrado restos prehistóricos en el término municipal, que indican que el lugar ya estaba habitado en la antigüedad.

Después de la Reconquista, el territorio estuvo bajo la jurisdicción del castillo de Forés.

En 1180, el rey Alfonso I, el Casto, otorgó la carta de población y franquicia a sus pobladores. Según el documento Saüc, como se mencionaba entonces, queda constituida villa real.

En 1187, el mismo rey da al Monasterio de Santes Creus el privilegio de usar el yacimiento de cemento y el horno de Sarral.

Años más tarde, en 1196, los templarios adquieren la jurisdicción por primera vez sobre el territorio de Sarral.

Fue en 1285 cuando Sarral, que hasta entonces había sido integrante del patrimonio real, pasa a ser señorío de Santes Creus. El rey Pere II, El Gran, dio antes de morir todos los derechos que tenía sobre la villa al Monasterio.

Hay que destacar que en el s. XIV hubo en Sarral una numerosa colonia judía. La calle "dels jueus" de Sarral es una joya que merece la pena visitar.

Bajo el señorío del Monasterio, la villa creció en importancia y privilegios, pero a pesar de todo siempre intentó librarse de toda jurisdicción que no fuera la real, cosa que consiguió en 1383, bajo el reinado del infante Juan, que concedió a la villa numerosos privilegios, como poder usar como escudo propio el de Catalunya, que aún hoy se conserva.

Durante la guerra contra Juan II, el pueblo, como muchos otros, estuvo del lado de la Generalitat , por lo que en el año 1464 fue incendiada y destruida junto con su iglesia románica por los ejércitos de Juan II , dirigidos por el arzobispo Pere de Urrea .

En la Guerra dels Segadors se puso en contra de Castilla y muchos sarralenses, bajo el mando del barón de Rocafort, acudieron a la defensa de Cambrils, asediado por el ejército del marqués de Vélez, pero fueron derrotados, y muchos de ellos, junto con el barón de Rocafort, fueron colgados en las murallas de aquella población.

En 1647, las tropas castellanas destrozan e incendian el pueblo.

En 1653, Felipe IV cedió el señorío de Sarral al marqués de Mortara, en consideración a su fidelidad a la corona y a los servicios prestados durante la guerra contra Catalunya.

Un hijo vendió la villa en 1698 al noble Cristobal de Potau. En 1766 se hallaba en posesión de Pau de Potau, conde de Vallcabra, pero un sucesor de la familia Mortara empezó un pleito para la recuperación de la villa, cosa que consiguió en 1772. Estuvo bajo el dominio de la familia Montara hasta 1800, año en el que murió el último descendiente sin dejar sucesión.

Empezó entonces un pleito entre seis pretendientes, que se creían con derecho a obtener la posesión de la villa. El pleito acabó en 1828 y se adjudica la villa de Sarral al conde de la Figueira, de Portugal.

La villa también sufrió los estragos de las guerras carlinas, como muchos otros pueblos de los alrededores.

Finalmente, hay que mencionar que en 1917 y bajo la dirección del francés Maurici Raud y el italiano Víctor Arcangioli, empezó de nuevo la explotación de las canteras de alabastro.


Además, incluye al municipio de Montbrió de la Marca, agregado en 1972, la aldea de Vallverd, que ya estaba anexado a Montbrió, y el antiguo poblado de Anguera del que sólo quedan restos de su iglesia románica .