Municipio de la Conca de Barberà, situado en la parte septentrional de la comarca, en contacto con los altiplanos de la Segarra. El término municipal tiene una extensión de 14,58 km2. Se extiende por la parte izquierda del río Corb y esta drenado, además, por el barranco del Segura. El terreno, accidentado por la Sierra de Teixonera, confronta al norte con el término de Llorac, por el sur con el de Conesa, por el este con el de Sta. Coloma y por el oeste con el de Vallfogona de Riucorb.
El pueblo se encuentra en las laderas de una colina coronada en su parte más alta por los restos del castillo.
Savallá, conocido como sierra de Avellano, fue donado por los Condes de Barcelona en el año 1043, a la família de los Cervera, que tuvo su dominio hasta finales del s. XII, cuando aparece como señor del lugar Gombau de Oluja.
Durante el s. XIII pasó a los Timor y ya en el siglo XIV a los Boixadors por el enlace de Francesca de Timor con Berenguer de Boixadors. En el año 1380, Bernat de Boixadors compró al rey la jurisdicción del castillo, junto con la de Les Piles, Guialmons y Rubió. En el año 1599, esta familia obtuvo el título de Condes de Savallá y el castillo se convirtió en una de las residencias señoriales más importantes de la comarca.
El castillo fue reconstruido probablemente durante el s. XV y también durante el s. XVI. Fue residencia habitual de los Condes de Savallá, els Boixadors, hasta el s. XVII.
Durante las guerras carlistas, los vecinos del pueblo fueron obligados a llevar fajos de leña al castillo para quemarlo. El edificio, quemado y derruído, fue abandonado definitivamente por los condes que al final del s. XIX, con la finalidad de restaurar su castillo de Peralada, se llevaron elementos arquitectónicos de gran importancia del castillo de Savallá.
Es necesario destacar la gran influencia espiritual y económica que durante siglos tuvo sobre el pueblo la "Confraria del Roser".