Municipio de la Conca de Barberá, situado en el valle del barranco de Vallclara o río de Milans, afluente de primera del río Francolí. El término municipal con 13,42 km2 de extensión, está accidentado por las vertientes septentrionales de la Sierra de Prades y de la Sierra La Llena, que en este sector hacen de divisoria de aguas con el río de Montsant y el río Set.
El pueblo, a 623 m. de altitud, está situado en la vertiente izquierda del valle, bajo las ruinas del antiguo castillo de Vallclara.
La primera referencia documental de Vallclara es del año 1152. Cuando el conde Ramón Berenguer IV confirmó a los hombres de Tárrega la donación de Vinaixa, se nombra Vallem Claram. El linaje de los Vallclara, antes señores del castillo, es conocido desde el año 1195, cuando Guerau de Vallclara, con su hermano Bernat de Conesa, autorizaron una ampliación del derecho de recoger agua por los molinos de la Guàrdia dels Prats. En 1234 aparece otro Guerau de Vallclara como albacea del testamento de Ramón de Guardiolada, hijo de Ramón de Cervera. En el 1260 Guerau de Vallclara fue beneficiado con una tercera parte del impuesto correspondiente al mercado semanal de la villa de Conesa.
En 1264 está documentado un Arnau de Vallclara como uno de los castellanos de Conesa. En el 1220, el castillo y lugar de Vallclara fue cedido por Pere Sassala al monasterio de Poblet. La comunidad disfrutó de esta propiedad a lo largo del siglo XIII y principios del siglo XIV sin obstáculos, hasta que en 1349 Berenguer de Jorba reclamó ciertos derechos sobre este lugar. Esta reclamación fue seguida de unos incidentes violentos por parte de los hombres de Berenguer de Jorbà, los cuales incendiaron la granja de Riudabella, que pertenecía al monasterio. A raíz de este hecho intervino el rey Pere III y ordenó al corregidor de Montblanc que retuviera el término y el castillo de Vallclara bajo su poder. Finalmente Berenguer de Jorba vendió sus derechos sobre Vallclara al Monasterio de Poblet por el precio de 80.000 sueldos. Por su parte, Ramón de Sanahuja reclamó derechos sobre Vallclara pero fueron desestimados por el rey Pere III.