Qué ver en Vilaflor

Afirma Millares Torres que, en tiempo de los guanches, constituía este distrito una parte del reino de Abona, y que se supone que la instalación del pueblo en sitio tan agreste y desapacible obedeció al deseo de complacer a los indígenas, quienes, después de la conquista, se refugiaron en estas asperezas para continuar sin ser vigilados sus antiguos usos y costumbres.


Dice la tradición que el nombre le viene de la exclamación de un castellano ante la aparición de una bella nativa: "Vi la flor de Chasna".Ya en los comienzos del siglo XVI existía aquí una ermita dedicada a San Pedro. Pero fueron don Pedro Soler y su esposa doña Juana Padilla los que fundaron un templo en el lugar en 1550, elevado a la categoría de parroquia en 1560.


Según Viera y Clavijo, en 1613 se fundó un convento de agustinos, con título de Santa Catalina Mártir, aunque posteriormente pasó a denominarse de San Juan Bautista; este convento fue pasto de las llamas, reedificado posteriormente y abandonado en la época de la desamortización.


En Vilaflor nació el Hermano Pedro de Bethencourt, fundador de la Orden de los Bethlemitas, canonizado recientemente por el Papa Juan Pablo II.


Tras la creación de sus respectivas parroquias en 1796, Arona y San Miguel se separan de Vilaflor en 1798.