La villa de Lobera de Onsella se halla situada a 672 m de altitud, en la Val de Onsella, que se abre entre las estribaciones del Prepirineo, al norte de las Peñas de Santo Domingo, al oeste de la Sierra de Lucientes y al sur de la sierra de La Sarda. La localidad se asienta sobre la ribera izquierda del río Onsella, del que en tiempos recientes tomó su sobrenombre (pues hasta 1920 era llamada simplemente Lobera). Se halla situada a 143 Km de la capital de la provincia, Zaragoza.
La villa se sitúa en el fondo del valle fluvial del Onsella, sobre una pequeña loma, estando su paisaje embellecido por la presencia de montes y hondonadas, así como por la abundante vegetación. En tiempos debió de ser zona de lobos, como parece indicar su nombre, derivado del latín luparia ‘terreno poblado de lobos; madriguera de lobos’, aunque no puede descartarse por completo que guarde relación con la raíz prerromana LUP ‘río’. El casco urbano está formado por calles angostas, en cuyos edificios predomina la piedra, de modo que en sus construcciones mantiene notable tipismo. En el perfil de la localidad, destaca la iglesia parroquial, consagrada a la Asunción.
Además de la iglesia de la Asunción (ver apartado dedicado a ella), cuenta con las ermitas de San Juan, San Marcos y San Miguel. Tan solo permanece en pie la primera, a la que se va de romería el 24 de Junio. Los actos comienzan a las doce de la noche del día 23. Se rompe el tronco de un roble, pasando a un niño herniado por la ruptura del árbol a la vez que se dice “Tómalo, Juan; dámelo Pedro, herniado te lo doy, sano te lo devuelvo. Estas palabras se repiten tres veces. Una vez restañado el corte del árbol, si no se seca curará el herniado.
Históricamente, el poblamiento más antiguo del término de Lobera corresponde a un período comprendido entre el Neolítico tardío y la Edad de Bronce avanzada, habiéndose localizado interesantes yacimientos arqueológicos (restos de talleres de silex y de tallas) en diversos puntos de dicho término: Corral de Mayayo (puntas de flecha), Corral Solano Bajo (un raspador y hojas) y Corral Solano Pomelo (raspadores), sin que se puedan dar más precisiones al respecto. Parte de estos materiales están depositados en la “Colección Labayen Galván” y en el museo de Pamplona. En cuanto a la localidad en sí, las referencias más antiguas corresponden a la Edad Media. Lobera fue seguramente reconquistada por el rey navarro García Sánchez hacia el año 905, pues entre dicho año y 911 cayeron las localidades situadas al sur de las Peñas de Santo Domingo, como Luesia y Asín.