Esta situada entre el Ayuntamiento y el Palacio Arzobispal muy cerca del Pilar y La Seo.
Este edificio es la máxima expresión del Renacimiento en Aragón, y es el resultado de un esfuerzo colectivo por hacer un edificio util (una lonja es un espacio para las transacciones comerciales) a la vez que bello, y que sería tomado como modelo para otras obras civiles.
Don Hernando de Aragón, miembro de la Familia Real, arzobispo de Zaragoza y gran impulsor de las artes, propuso la construcción de la Lonja al Concejo de la ciudad en 1541. La finalidad de este bello monumento era proporcionar a los mercaderes un lugar adecuado para sus actividades de compra y venta, ya que se realizaban en "La Seo y otras iglesias". Se selecciono el proyecto de Juan de Sariñena, el arquitecto de la ciudad.