Gracias a su ubicación a orillas del río Arlanzón, los habitantes de Buniel se han ganado el apelativo de renacuajos. Este pueblo, situado 12 kilómetros al oeste de la ciudad de Burgos y a 831 metros de altitud, es uno de los más poblados de la zona, con 520 habitantes repartidos en los 13 kilómetros cuadrados que abarca, además de poder presumir de ser uno de los que más han crecido en los últimos años gracias a la creación de nuevas viviendas y la emigración de una población joven.
Entre sus mayores atractivos se encuentran los restos arqueológicos que fechan la aparición de una comunidad romana en la zona en torno al siglo III o IV, restos encontrados en una excavación para el Tren de Alta Velocidad y que actualmente se encuentran en el Museo Provincial de Burgos para ser estudiados con más detenimiento. Otro de sus monumentos a visitar en la Iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XVI y con varios retablos muy interesantes en su interior.
Además, en Buniel aun se conservan dos molinos de la época visigoda que se pueden visitar y son de una gran importancia histórica y cultural, y un lavadero que, a pesar de haber sido rehabilitado en 2009, conserva su estructura original.
Todo esto completado por la belleza de la arquitectura popular burgalesa, que permite apreciar sobre el terreno el carácter y el sabor de la cultura rural castellana.