Al oeste de la provincia de Burgos, a sólo 15 kilómetros de la capital, se encuentra el pueblo de Frandovínez, un pequeño municipio de 9 kilómetros cuadrados habitado por un total de 102 vecinos. Se eleva a una altitud de 830 metros sobre el nivel del mar.
Aunque Frandovínez no pasa a constituir un ayuntamiento propio hasta 1555, el nombre del pueblo aparece documentado por primera vez en el año 963, cuando Fronilde dona al Monasterio de San Pedro de Cardeña las propiedades que posee en “Frandovitiz”, siendo así parte del monasterio hasta el siglo XVI.
Cuenta entre sus edificaciones con tres cuya importancia histórica y cultural sobrepasa la del resto del pueblo: la Iglesia de San Miguel Arcángel, patrón del pueblo, la Ermita de la Virgen de Viyuela y una antigua casona recientemente rehabilitada.
En las inmediaciones del municipio, cerca del núcleo de población, se localiza la desembocadura del río Urbel, que tras recorrer 55 kilómetros se une al Arlanzón en esta población. Estrecho y cerrado, de poco caudal, forma numerosos meandros y en los periodos de deshielo invade las praderas.