Casas rurales en Espinosa de Henares, Guadalajara

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Casas rurales en Espinosa de Henares, Guadalajara

Casas Rurales más populares en Espinosa de Henares

Casa rural para 8 personas, con piscina además de jacuzzi y terraza, Se admiten mascotas en Espinosa de Henares
Casa Rural 140 m²
10,0
Piedra Cascabel es una casa rural con un especial encanto, acogedora y llena de detalles, que invita a disfrutar de unos días de relax y diversión con los amigos o familiares y con una capacidad máxima para 10 personas. La casa dispone de todas las comodidades más modernas, pero manteniendo la calidez de un hogar tradicional; donde se ha cuidado al máximo cada detalle para hacer de vuestra estancia algo inolvidable. Se sitúa en plena vega del Henares, en el municipio de Espinosa de Henares, en un enclave privilegiado entre la Serranía, la Campiña y la Alcarria. Es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad, lleno de alternativas para el ocio y dotado de todos los servicios necesarios. La distribución de la casa es de una planta, presidida por un amplio salón comedor y una cocina integrada en el mismo, equipada con todo tipo de menaje. Dispone de tres habitaciones dobles con acceso a los baños, con ducha y secador de pelo. Como complemento adicional, la casa dispone de una sala de spa privado con una amplia bañera de chorros, dos tumbonas térmicas de masaje, cromoterapia, hilo musical y decoración de ambiente. En el exterior de la casa se encuentra el patio para disfrutar al aire libre de una buena barbacoa. Los servicios que ofrece la casa son: wiffi gratis en todas las estancias, televisión Smart Tv, cartelera de películas, chimenea de leña, camas suple
desde 181 € / noche
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Que ver en Espinosa de Henares

La existencia de Espinosa de Henares no se remonta mas allá de la Baja Edad Media. Tuvo importancia este paraje, donde el Henares recibe las aguas del río Aliendre que baja desde Cogolludo, unos dos o tres kilómetros aguas arriba, ya desde una remota antigüedad. Sabido es que por este valle del Henares pasaba la calzada romana que desde Mérida se dirigía a Zaragoza, y según los cálculos descritos en los clásicos itinerarios romanos por la península Ibérica, esta zona del Henares por Espinosa corresponde a la población de Caesada. Es indudable la existencia de villas romanas y otras construcciones antiquísimas en el lugar denominado de Santas Gracias, en la junta de los ríos, pues allí se han encontrado numerosos y curiosos objetos arqueológicos de dicha época, estando necesitado el enclave de una investigación a fondo en este sentido.

Poco mas arriba, y en el lugar que hoy se conoce por Untiana, también a orillas del Henares, estuvo situada la aldea de Fonciana, de origen remotísimo, pero que indudablemente existía cuando la reconquista de la zona, pues Alfonso VI, en 1100, la donó a don Vivencio, abad del monasterio bernardo de San Pedro de Gumiel, en la diócesis de Osma. Perteneció el lugar al alfoz y jurisdicción de Hita, pasando en 1335 al señorío del Obispo de Osma y mas adelantado el siglo XIV al poderoso magnate alcarreño don Iñigo López de Orozco, a través de cuya hija dona Teresa López, y siguiendo las vicisitudes de Espinosa, paso a la casa de los Mendoza. En el siglo XVI todavía estaba habitado este lugar de Fonciana. En sus proximidades esta el famoso monte Tejer que era lo que centraba la riqueza de esta zona, y lo que en todo tipo de transmisiones y herencias aparece como destacado, mientras que se reserva el calificativo de simple casa o caserío para Espinosa.

Quizás en la Baja Edad Media la población de los enclaves anteriormente citados se desplazo a lugar mas ancho y cómodo, quedando constituido Espinosa como entidad de población. En el siglo XIV era su poseedor don Iñigo López de Orozco, pasando a su muerte a su hija dona Teresa López. mujer de Pedro González de Mendoza, a cuyo poder paso en 1382, con jurisdicción propia. de este magnate lo heredo su hijo el Almirante de Castilla, don Diego Hurtado de Mendoza, quien lo dejo a la hija de su primer matrimonio, don Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona. Esta, al morir en 1435, lo deja insuficientemente señalado en herencia, y su primo don Diego Manrrique se apodera del lugar y riquezas de la difunta. Don Iñigo López de Mendoza, primer marques de Santillana, reclama Espinosa y persigue a Manrique hasta Cogolludo, donde este se ha refugiado. Finalmente, y tras argüir don Iñigo que fue incorporada al señorío de Hita cuando su abuelo don Pedro González la adquirió, la villa de Espinosa de Henares pasa a los estados mendocinos, y en poder de los duques del Infantado se mantuvo hasta comienzos del siglo XIX.

El puente que cruza sobre el Henares es obra muy antigua, medieval, quizás en su origen romana. Aun se contempla la casa-palacio que, sobre el solar de la antigua casa fuerte de los Mendoza, levantaron en el siglo XIX los duques del Infantado para sus temporadas de vacaciones. La iglesia parroquial es obra del siglo XIV, erigida cuando el pueblo comenzaba a ganar importancia y población; destaca en ella su gran espadaña a poniente, de corte románico, con remate triangular y grandes vanos para las campanas, con refuerzos laterales. Tiene otros añadidos muy modernos, sin interés artístico. Poseyó un órgano magnífico, realizado en 1792 por Juan Francisco Berdalonga. En un caserón del pueblo se alberga la comunidad de monjas de Santa Clara, que fue fundada en 1899 y que dedicada a la vida espiritual y de oración, ha sido recientemente protagonista de la actualidad por la decisión del Obispo de la diócesis de clausurar el convento, incluso contra la voluntad de las religiosas que lo habitan.

Que visitar en Espinosa de Henares:

  • Copernal
  • Fuencemillan
  • Montarron
  • La Alcarria