Casas rurales en Jirueque, Guadalajara

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Casas rurales en Jirueque, Guadalajara

Que ver en Jirueque

Aunque sus alrededores estuvieron poblados desde muy remotas épocas, pues se ha encontrado un castro celtibérico de la Edad del Hierro en el lugar del Llano Castellano, fue antiguamente de la tierra de Atienza, pasando después al Común de Villa y Tierra de Jadraque, cuando esta población y su inmediata comarca decidió separarse de la anterior fuerte villa. Quedó Jirueque en el sesmo de Henares del alfoz o Tie-rra jadraqueña, pertene-ciendo en el siglo XIV a don Iñigo López de Orozco, de quien lo heredó en 1375 su hija Mencía López, junto con Miralrío y Cutamilla, y desde el siglo XV al XIX estuvo en el señorío de los Mendoza alcarreños, dueños de este?condado del Cid? que fundara el cardenal don Pedro González y que fue pasando posteriormente a los marqueses de Cenete y duques del Infantado.

Además de contemplar la ermita que posee a la entrada, sencilla construcción del siglo XVI, y algunos interesantes ejemplares de arquitectura popular, debe visitarse la iglesia parroquial, obra sencilla de comienzos del siglo XVI, aunque aprovechando estmcturas más antiguas. Lo más interesante de admirar en ella es el sepulcro del llamado?Dorado de Jirueque?, sacerdote fundador de una capilla y memoria en esta iglesia de la que fue párroco, y que se llamó don Alonso Fernández. Obra escultórica muy interesante, bastante bien conservada, a pesar de destrozos sufridos en 1936, y realizada en alabastro de Cogolludo finamente trabajado. Este sepulcro está exento y situado en el centro de la capilla. Aparece yacente la figura de un hombre, revestido de ropajes litúrgi-cos, con sotana y amplia cas

    a de bordes muy decorados. Cubre su cabeza con su simple bonete, y la apoya sobre dos almohadones; entre sus manos sujeta un misal. Representa indudablemente a un sacerdote. La cama sepulcral presenta decoración esculpida en sus cuatro caras; a los pies aparece la figura de un sacerdote arrodillado sobre un cojín con las manos juntas orando, un bonete delante y la cabeza descu-bierta mostrando amplia tonsura. A la cabecera aparecen dos angelillos desnudos sosteniendo un escudo en el que se ven dos llaves cruzadas, símbolo del sacerdocio. El costado derecho presenta la escena de la Anunciación, con buenas tallas de la Virgen y el Arcángel, separadas por un jarrón de azucenas. En el costado izquierdo aparecen los relieves de Santa Lucía, arrodillada, y Santa Catalina de Alejandría, más dos escudos similares al de la cabecera, rodeados de corona de la urel. En las esquinas del sepulcro apa-recen pequeñas pilastras adosadas con decoración vegetal y algunos pequeños e indescifrables persona-jes. El conjunto se apoya sobre seis leones, atados sus cuellos por cadenas. En la pestaña del sepulcro se lee esta inscripción en letra gótica:?Aquí está sepultado el honrado alonso fernandes, cura que fue desta yglesia y las cendejas el qual falesció a quinse dias del mes de octubre, año de mil y quinientos y dies años?, con lo que queda identificado el personaje, sus cargos, y el año de construcción de este monumento. El apelativo de?Dorado? que le dan en el pueblo, dice la tradición que le viene del mucho dinero que tenía, pero en realidad se refiere, no sólo al color del sepulcro, sino al hecho de que puesta una vela encendida en su vacío interior, el sepulcro se torna, pues es de alabastro, de un pálido tono amarillento. Este monumento funerario está muy relacionado, en cuanto a época, estilo y manos que lo tallaron, con el de Martín Fernández de Pozancos, el de Juan Ruiz de Pelegrina, en la catedral de Sigüenza, y el de los hermanos Bravo de la gunas, en la Colegiata de Berlanga, y muy bien pudieron salir todos ellos de un taller o escuela de escultura tardogótica radicado en Sigüenza.

    Que visitar en Jirueque:

    • Jadraque
    • Bujalaro
    • Sierra Norte Guadalajara
    • Serranía de Guadalajara
    • Cendejas de En Medio
    • Medranda