Aretxabaleta se encuentra en el límite de Gipuzkoa con Álaba y Vizcaya. Existen importantes hallazgos arqueológicos que demuestran la existencia de habitantes prehistóricos en su territorio. Las primeras referencias se dan en el siglo X, en que aparece como miembro de la mancomunidad del Valle de Leniz, junto a Arrasate, Gatzaga y Eskoriatza. Al constituirse como villas independientes las dos primeras, la mancomunidad quedó reducida a partir de 1331 a Eskoriatza y Aretxabaleta. En 1630 Aretxabaleta obtiene la independencia municipal por concesión de Felipe IV.
En el casco urbano de la Villa se localiza la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, la cual conserva en su interior el cristo de la antigua iglesia románica de San Miguel de Bedarreta. Esta era una de las más antiguas de la región, dedicada al culto cristiano. En la actualidad se conserva una portada adosada al cementerio. La antigua parroquia de la localidad era la ermita de Sailuente o San Lorenzo, cuya construcción data del siglo XVII. Fue un lugar muy visitado por devotos de los municipios más lejanos. También existen importantes edificios civiles, tales como el Palacio de Otalora, junto a la Iglesia, construido en 1764, y en el que destaca su fachada trasera, con un doble juego de arcos. También la Casa Solar de Arratabe del año 1726, hoy rehabilitada como Casa Consistorial. Su fachada es de piedra de sillería, destacando el escudo angulado. Junto a ella destaca un hermoso edificio neogótico de tipo rural, donde se ubica la Biblioteca Municipal.
Además del casco urbano, el municipio está formado por otras zonas de gran interés. Por ejemplo el barrio de lzurieta, de fácil acceso desde la Villa, donde se encuentra la Iglesia de San Pedro, que conserva vestigios románicos. En el núcleo de Galartza se puede disfrutar de bellos paisajes y construcciones. Por ejemplo la Casa Torre de Galartza, que data del siglo XIV, con 2 órdenes de troneras en sus muros y la Iglesia de Santa Lucía, con imágenes que denotan la antigüedad de la misma. Llegando al núcleo de Aozaratza, nos encontraremos con la Casa Torre de Otalora, que conserva las trazas de su antiguo esplendor con el escudo de armas, su mirador renacentista y toda la fachada de piedra de sillería. En este barrio destaca la iglesia de San Juan Bautista.
En sus inmediaciones comienza el embalse de Urkulu, siendo un enclave perfecto para el relax y el deporte. Aquí podremos disfrutar de excelentes vistas. Este lugar dispone de restaurante, aparcamiento y merenderos.
Este municipio es afortunado de tener una rica vida cultural. El acceso al municipio se realiza por la carretera comarcal C-6213, que se dirige a Vitoria-Gasteiz.