El Cedro se sitúa en el límite del bosque que lleva su nombre, en el barranco de homónimo, por el que fluye un pequeño riachuelo que cae sobre el valle de Hermigua, formando una cascada de notable belleza, que se denomina El Chorro.
El sendero que discurre hasta el riachuelo, desde la antigua zona de acampada hasta el caserío de El Cedro, atraviesa un exuberante bosque de laurisilva, de árboles muy altos. Resulta también interesante la arquitectura popular del disperso caserío, algunas de cuyas casas se han convertido en alojamientos de turismo rural.