Esta villa palentina se localiza a 26 km al nordeste de la capital de su provincia. El río Pisuerga discurre junto al pueblo, atravesado por un gran puente de piedra levantado por Carlos III en 1778. El monte cercano fue rico y variado en fauna, y se cazaban lobos hasta no hace muchos años.
Se ha hallado una necrópolis en la zona de la iglesia del pueblo,que atestigua la existencia de un notable núcleo poblacional ya en la época visigoda, cuya ubicación era la que ahora tiene el casco antiguo del lugar. De la época de ocupación romana se conserva un puente sobre el Pisuerga que cuenta con 19 ojos. En el último tercio de siglo IX fue consolidada la Reconquista en esta zona y Cordovilla, como lugar estratégico, fue fortificada para preservarla de las incursiones agarenas. La etimología del nombre del pueblo, que hasta el siglo XIX se llamó Cordobilla, sugiere que fue repoblado con gentes mozárabes de la región de Al-Andalus.
En el siglo XIV, la villa era behetría de don Diego García de Padilla, y tenía el privilegio de no pagar martiniega. En el casco urbano del pueblo destacan dos hermosos y antiguos rollos jurisdiccionales; uno perteneciente a la villa, del siglo XIV, y otro procedente del desaparecido monasterio de San Salvador del Moral; ambos fueron declarados Monumentos Histórico-Artísticos en 1960. La iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, del primer cuarto del siglo XVI y que mezcla los estilos gótico y plateresco, posee una original torre-portico y bellos retablos barrocos. La torre fue construida en el siglo XVII y es de arquitectura neoclásica.