Se supone que sus orígenes fueron de 1.250 a 1.280, aunque los primeros datos fidedignos que tenemos de su existencia datan del censo realizado en 1.530, cuando figuraba con 108 vecinos y del 1.588 tal y como se puede apreciar en los primeros libros parroquiales de bautizos.
De su perdida historia, debemos saber que el hecho de haberse perdido documentos de la comunidad religiosa asentada en Cántabos, en una de las muchas luchas que se llevaron a cabo en esta zona fronteriza, pudo perderse información esencial.
Los núcleos de población existentes de la comarca de las Vicarías, responden a la vieja concepción celtibérica, exceptuando Fuentelmonge, de construcción rectilineo-poligonal, que responde a concepciones constructivas conocidas ahora como clásicas.
Fuentelmonge, atendiendo a la etimología toponímica, contracción de Fuente el monje, nombre con el que fuese conocido en pasadas épocas, significa nacimiento de monjes.
Aunque mucha gente lo desconoce, el primer enclave del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta fue Cántabos. Algunos estudiosos afirman que con anterioridad a este hecho, ya existía en Fuentelmonge una comunidad religiosa.
Situado en el término de Fuentelmonge, en una pequeña altiplanicie junto al río Nágima (afluente del Jalón) con buenas explanaciones de fácil cultivo. Aquí vivió durante unos años la antigua comunidad de monjes benedictinos provenientes de Francia.