Qué ver en Abadiño

Municipio perteneciente a la comarca del Duranguesado bañado por los ríos Ibaizabal y Urkiola. Tiene una extensión de 36,1 Km2. La forma que presenta, alargada, permite distinguir varias zonas en el mismo. Hay dos tipos de relieve, por un lado el macizo calizo, que tiene como ejemplos las cumbres de Aitz de 1068 metros, Aitz-txiki con 732 metros y Untzillaitz de 941 metros; más al sur quedan las cumbres del Saibigain con 932 metros y Urita de 794 metros.

Por otro lado, la zona situada al norte, correspondiente al Valle de Ibaizabal, es estructuralmente una zona de materiales margosos, más blandos, que han dado origen al valle del mismo nombre, siendo muy importante en las comunicaciones y expansión a lo largo de Vizcaya y Guipúzcoa.

Los dos ríos principales que atraviesan el municipio de Abadiño son el Ibaizabal por el norte y el Urkiola con dirección sur; pertenecen a cuencas distintas. El Ibaizabal recibe, a su paso por Abadiño, algunos arroyos y desemboca en el río Nervión. Por su parte el río Urkiola nace en la ladera sur del puerto del mismo nombre, dirigiéndose hacia Álava, donde se encuentra representado en el Embalse de Santa Engracia.

Abadiño limita al norte, Garai; noreste, Berriz-Olakueta; al este, Elorrio; al sureste, Atxondo; al sur, Otxandio y Aramaiona; al suroeste, Dima; al oeste, Mañaria e Izurtza y al noroeste, Iurreta y Durango.

Los barrios más cercanos son: Anteiglesia de Abadiano-Zelaieta, Gastelua, Guerediaga, Matiena, Mendiola, Muntxaraz, Urkiola.

Respecto a las comunicaciones, Abadiño está a tan solo 34 kilómetros de Bilbao y Donostia a través de la carretera nacional 634 que pasa por Amorebieta y el ferrocarril Bilbao-Donostia, con parada en Traña-Matiena. Dispone de otros enlaces importantes como las carreteras comarcales 6213 Durango-Beasain y la 6211 Durango-Legutiano.

Económicamente la rama más destacada es la del metal, siguiéndole la industria química. El resto de las ramas industriales apenas tienen importancia. El comercio se encuentra localizado en Abadiño-Zelaieta y sobre todo en Traña-Matiena. Los comercios más especializados son tiendas de muebles, materiales de construcción y pinturas. La población se traslada con frecuencia a Durango y, para compras más especializadas, a Bilbao.

Durante el Medioevo fue escenario de las guerras de banderías, siendo partidaria del bando oñacino;esto hizo que proliferaran las casas-torre y fortalezas. Posteriormente fue importante por sus ferrerías, como la de Astola y sus canteras, como la de Atxarte.

Abadiño descolló desde el siglo XVI como importante centro industrial de elaboración de hierro en sus ferrerías de Astola, Esterripa, Lebario, Muntsaratz, Murueta y Traña, funcionando alguna de ellas hasta bien entrado el siglo XIX. Se celebraban dos ferias anuales muy concurridas, una el 3 de Febrero en Abadiño-Zelaieta y otra, de ganado mayor, el día de San Antonio de Padua, desde 1777.

La Anteiglesia comprendía siete cofradías o barrios, que ocupaban el asiento y voto número uno de las Juntas de la Merindad de Durango, que, según Iturriza, se celebraban desde antiguo junto a la casa torre de Muntsaratz. Luego pasaron a la ermita de San Salvador de Guerediaga. Delante de ella se levantaba una cruz de piedra y 28 mojones en círculo que servían de asiento a los representantes de las 14 anteiglesias que componían la Merindad.

Abadiño fue también escenario de las guerras decimonónicas. Para convenir el fin de la primera insurrección carlista se entrevistaron, el 26 de Agosto de 1839, en un caserío cercano a la ermita de San Antolín, los generales Maroto y Espartero, sentándose las bases de lo que sería el Convenio de Vergara, firmado cinco días después. En la segunda guerra carlista la última batalla librada en tierras vizcaínas tuvo lugar el 15 de Noviembre de 1876 en Abadiño. En ella los batallones carlistas y Cavero, Solana y Echévarri fueron derrotados por las tropas liberales del General Ciria.

Respecto a su patrimonio de monumentos y edificios antiguos, Abadiño cuenta con una rica historia, prueba de la cual queda toda una serie de construcciones de gran interés como el Palacio de Uribarrena, la Iglesia Parroquial de San Torcuato, la Torre de Muntxaraz, Vía Crucis (barroco), y el Parque Natural de Urkiola.